En el juicio que terminó este martes le atribuyeron al narco Brandon Bay haber ordenado cinco homicidios desde la cárcel en Rosario.
El jefe narcocriminal Brandon Bay, quien obtuvo notoriedad cuando trascendieron audios en los que le pedía a su cuñado «cortar en pedazo» a sus rivales «con una motosierra, a lo mexicano», fue condenado este martes a prisión perpetua junto a su pareja y otras dos personas, por integrar una asociación ilícita a la que se le atribuyeron cinco homicidios, tres de ellos consumados, en las ciudades santafesina de Rosario y San Lorenzo.
Fuentes judiciales informaron a Télam que, en el mismo fallo, un cuarto acusado fue sentenciado a 15 años de cárcel por ser parte de la asociación ilícita, pero no por los asesinatos.
Los jueces del Tribunal de la Segunda Circunscripción de Rosario, Eugenio Romanini, Carlos Gazza y Mariel Minetti, consideraron a Brandon como «jefe» de la organización criminal, le atribuyeron los cinco casos de homicidio, entre otros delitos, y lo declararon «reincidente».
Mientras que la pareja del capo, Cintia Nair Estrella, fue considerada «miembro» de la asociación ilícita y «partícipe primaria» de uno de los asesinatos consumados.
Los otros dos condenados a perpetua fueron Fabián Agustín Sandoval y Claudio Ríos, mientras que la pena más baja recayó sobre Juan Manuel Álvarez.
En sus alegatos finales, los fiscales de juicio, Aquiles Balbis y Matías Edery, habían solicitado la prisión perpetua para Brandon, Estrella, Sandoval y Ríos.
Para los acusadores, este grupo formaba una asociación ilícita con múltiples fines delictivos, entre los que se destacan el comercio de estupefacientes y el asesinato de sus adversarios en el ese mercado ilegal.
Por su parte, Brandon está preso desde 2017 y cumple una condena a 10 años de prisión en la cárcel santafesina de la localidad de Coronda.
Según las investigaciones judiciales y policiales que lo tuvieron como objeto, se inició en el negocio del nacorcomenudeo y la violencia en la zona denominada «Fuerte Apache» del barrio Tiro Suizo del sur de Rosario.
Con el tiempo, y mediante un supuesto acuerdo con el jefe preso de la narcobanda «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, extendió su influencia a la localidad de San Lorenzo, donde ocurrieron la mayoría de los hechos por los que ahora está en juicio junto a otros cinco miembros de su banda, conocida como «Los Gorditos».
«Te mando un video con una motosierra, fijate cómo lo voy a cortar en pedazo bien bien, a lo mexicano le voy a dar», le decía Bay a su cuñado en octubre de 2020, según unas escuchas que se conocieron en diciembre de ese mismo año.
«Le mando un video así con la motosierra, ahí pam, pam, cortándolo en pedacitos, que se vayan de la casa porque si no… que se vayan todos de mi barrio», prometía.
En el juicio que terminó este martes le atribuyeron a Brandon haber ordenado cinco homicidios desde la cárcel.
«Desde ese lugar ordenó los atentados contra diferentes personas y contra inmuebles», señalaron los fiscales en su alegato.
Según la Fiscalía, Bay «elige a las personas que van a cumplir cada uno de los roles en los hechos» y «dispone del uso de armas y vehículos y el pago a los miembros de la organización».
Y con esos medios, «realiza amenazas a personas de bandas antagónicas para extorsionarlos a efectos de conseguir dinero», añadieron.
Mientras tanto, Sandoval y Ríos fueron considerados ejecutores de las órdenes del jefe, a cambio de dinero, aunque no fueron hallados culpables de los cinco asesinatos.
En el caso de Sandoval, el tribunal lo absolvió de uno de los homicidios consumados y de una de las tentativas; y a Ríos le atribuyeron dos asesinatos consumados y un intento.
De acuerdo con el Ministerio Público de la Acusación (MPA), esta banda se «dedicó a cometer delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad y contra la administración pública en la localidad de San Lorenzo y en el barrio Tiro Suizo» de Rosario.
«Esta organización procuró ocupar sectores de la ciudad de San Lorenzo y excluir de allí a otras bandas antagónicas. Para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros, la sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas y venta de estupefacientes», enumeraron los fiscales.
Precisaron que la organización funciona al menos desde el 20 de agosto de 2019 y extendió su operación hasta mayo de 2020, cuando sus miembros fueron detenidos.