Se trató de la «masacre de la sinagoga» de Pittsburgh de 2018, donde once personas perdieron la vida.
Un tribunal de la ciudad estadounidense de Pittsburgh declaró hoy culpable a Robert Bowers por la muerte de once personas al atacar una sinagoga en 2018, en el peor ataque antisemita de la historia del país, y podría ser condenado a la pena de muerte cuando termine el proceso.
La Fiscalía pidió la pena máxima en la siguiente fase del juicio, que podría alargarse durante seis semanas más. La defensa esgrime como atenuante que el condenado padece esquizofrenia y que, por lo tanto, consideran que la pena mayor debería ser cadena perpetua, pero los fiscales rechazaron su argumento.
Para que Bowers reciba la inyección letal hace falta que el jurado lo condene a muerte por unanimidad. Caso contrario, pasará el resto de su vida en prisión, consignó la agencia de noticias Europa Press.
Los doce miembros del tribunal federal sentenciaron a Bowers, de 50 años, por 63 cargos, incluyendo asesinato múltiple y delito de odio, acumulados tras su ataque a la sinagoga El Árbol de la Vida, en el barrio de Squirrel Hill.
El 27 de octubre de 2018 abrió fuego de forma indiscriminada en el interior del lugar con el fusil de asalto AR-15 y tres pistolas más que llevaba consigo. Bowers dejó además otros seis heridos, entre ellos cuatro agentes de Policía, antes de entregarse a las autoridades.
La sinagoga se encontraba en un barrio históricamente judío de Pittsburgh, que cuenta con una de las poblaciones que profesan esa religión más grandes y antiguas del país.
El tirador tenía como objetivo ese lugar «para maximizar la devastación, aumentar el daño de sus crímenes e infundir miedo dentro de las comunidades judías locales, nacionales e internacionales», afirmaron los fiscales.
La masacre ocurrió en plena celebración del Shabbat, día sagrado de descanso para los judíos. Antes del ataque, Bowers había manifestado en la web fuertes expresiones antisemitas. El entonces presidente Donald Trump abogó por sentenciarlo a muerte y la fiscalía pidió esa condena en 2019.