En medio de los reclamos de los socios y del escándalo por el apriete de la barra, el presidente dará un paso al costado al menos de forma momentánea.
El presidente de Vélez, Sergio Rapisarda, decidió tomarse licencia en su cara en medio de la crisis deportiva e institucional que transita el club de Liniers.
El «Fortín» finalizó la Liga Profesional de Fútbol apenas dos puntos por encima de Huracán y Colón, que al momento deberían jugar un desempate por no descender; lo que mantiene a los hinchas enfurecidos con la dirigencia.
En simultáneo, integrantes de la barrabrava irrumpieron el domingo en la Villa Olímpica, donde apretaron y hasta agredieron físicamente a varios futbolistas.
En este marco, Rapisarda optó por tomarse licencia de forma momentánea, por lo que su lugar será ocupado por Adrián Peláez. La decisión fue tomada en una reunión que terminó en escándalo por la manifestación de los socios.
«Que den la cara, la pu… que lo parió…», cantaron los hinchas que se convocaron en los pasillos del club de Liniers.